sábado, 27 de octubre de 2012

Valores de la Autoestima


Para poder formar una autoestima alta que nos permita sentirnos bien con nosotros mismos y los demás, hay una serie de valores sobre los que debemos reflexionar. Dedicar un tiempo a pensar en ellos y darles respuesta, nos ayudará a encontrarnos mejor con nosotros mismos. Estos valores son:
  • Nuestra valía: Nuestra personalidad no está formada sólo por nuestras circunstancias actuales de vida y nuestras capacidades. Debemos tener en cuenta también nuestras posibilidades, todo lo que podemos crecer, aprender y mejorar. Todos tenemos capacidades extraordinarias que quizá no hayamos explotado lo suficiente porque no hemos tenido la posibilidad.
  • Reflexiona sobre tus capacidades, sobre lo que querrías hacer con ellas, qué querrías mejorar, en qué tipo de persona te gustaría convertirte… Las posibilidades las tienes, sólo debes ponerte a ello.
  • Nuestra importancia: Cada uno de nosotros, con sus virtudes y defectos, compone una personalidad única, un ser humano especial e irrepetible. Las cosas que hagamos en nuestra vida y en nuestras relaciones con los demás son importantes, ya que nadie más que tú podría haberlas hecho en ese lugar y en ese momento. Plantéate a cuantas personas les has cambiado la vida, a cuánta gente has hecho feliz, cuánta gente que te conoce piensa que eres importante en su vida…
  • Nuestra responsabilidad: Somos los únicos responsables de nuestras acciones, del curso que le damos a nuestra vida. Pensar que estás en manos del destino o de los demás y lamentarte por ello no es realista ni te ayudará a darle a tu vida el rumbo que quieres. Toma la responsabilidad de tu propia vida y haz de ti la persona que de verdad quieres ser.
Somos totalmente libres para hacer cualquier cosa mientras estemos dispuestos a pagar las consecuencias de nuestras acciones. Conociendo y asumiendo tus capacidades y limitaciones, sabiendo a dónde quieres llegar y siendo responsable de tu conducta, puedes llegar a ser quien tú quieras y sentirte orgulloso de ti mismo.

La Autoestima y La Biblia


Desde la antigüedad, las escrituras judío-cristianas han ofrecido varias de las mismas perspectivas reconocidas hoy día por los investigadores como beneficiosas para edificar la autoestima. La Biblia repetidamente menciona elementos del control y la eficacia propia, conectando el “hacer bien” con el “sentirse bien”.
Por ejemplo, al hablar del semblante caído de Caín como respuesta cuando Dios estimó de mas valor el tributo de su hermano que el suyo preguntándole, “¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido?” (Génesis 4:6–7). La Biblia de las Américas pone la primera parte del versículo 7 de este modo “Si haces bien, ¿no serás aceptado?” Dios le dice a Caín que el hecho de no vivir a la altura del estándar esperado deja la puerta abierta a las emociones negativas, sino que debe seguir tratando de vencer o “gobernar” el fracaso para obtener el resultado deseado y obtener la retroalimentación que le guiará a un punto de vista positivo y justificado de sí mismo.
Muchos asocian la autoestima con la vanidad o el orgullo. Sin embargo, lo que la Biblia desanima no es la autoestima en sí, sino una confianza excesiva de las capacidades propias o estima. La humildad es el remedio para la demasía o  la clase equivocada de autoestima. Filipenses 2:3 señala que “antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo”.











La evaluación de las habilidades propias de una forma realista es una formula contra el comportamiento antisocial, megalómano. No obstante, desanimar la vanidad que viene de sobrestimar la importancia propia o logros,  no invalida el placer de hacer bien y sentirse bien como resultado.
El mensaje de la Biblia sobre el tema es consistente: se exhorta a tener control, el éxito es motivo de celebración  y el esfuerzo será recompensado. Con frecuencia la gente cita Eclesiastés 9:10 en este sentido,  aunque el aforismo puede sonar más cierto a medida que envejecemos y comenzamos a apreciar el tiempo limitado que cada uno de nosotros tiene: “Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría”.
Del mismo modo, varios autores bíblicos desalientan la falta de esfuerzo. No existe recompensa por haber escogido abandonar alguna tarea debido a que se torna muy difícil o incierta: “NO nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos” (Gálatas 6:9, La Biblia de las Américas).
Recibir elogio por nuestra destreza efectiva y el desarrollo de una habilidad puede dar mucho ánimo. Proverbios 3:4 observa que es posible, aun hasta deseable, el “hallar gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres”. Sin embargo, trabajar solamente por ese elogio, en lugar de por la meta de obtener destreza, puede ser una búsqueda fugaz, un espejismo. Gálatas 1:10 es uno de los muchos versículos que nos advierten en contra de buscar el halago de los demás. Pablo el apóstol escribe: “¿Qué busco con esto: ganarme la aprobación humana o la de Dios? ¿Piensan que procuro agradar a los demás? Si yo buscara agradar a otros, no sería siervo de Cristo.” 

Amistad y Autoestima


¿Qué relación existe entre amistad y autoestima?
Existe una relación directa entre la autoestima y el tipo de personas que te rodean. Descubre los motivos a través de este artículo. La autoestima es el amor hacia uno mismo. Pero está claro que un ser humano tiene diferentes fuentes de amor. Por una parte, el cariño de los padres es uno de los más importantes. Tanto es así, que la muerte de uno de los progenitores deja una profunda huella incluso en la etapa adulta.
Los padres nutren el alma del bebé desde los primeros días de vida, cuando el niño, todavía no es consciente de nada. Conforme va creciendo, el ser humano se va adaptando a su entorno. Pues bien, uno de los periodos más críticos de la persona es la infancia y la adolescencia a nivel de integración con los compañeros de colegio. Los niños pueden ser muy crueles porque pueden llegar a ridiculizar a las personas a partir de ciertos defectos personales.
Las consecuencias más graves de este tipo de casos se reflejan en el acoso escolar. Sin embargo, la etapa adulta es muy positiva para que la persona, de verdad, pueda apostar por su felicidad, hacer nuevos amigos, acercarse a personas que de verdad le aprecian. Existen personas que son negativas para tu autoestima: aquellas que te critican constantemente, quienes te utilizan, aquellos que no te tienen en cuenta, un amor tóxico, un jefe poco humano…
Por el contrario, existen personas que te ayudan a crecer a nivel emocional. Tus verdaderos amigos, aquellos que están allí en lo bueno y en lo malo, quienes te respetan, quienes te tienen en cuenta y te tratan con cariño. Acabamos de empezar el 2012, pues bien, una meta positiva para este año es poder hacer nuevos amigos.
Nadie debería de perder la capacidad de hacer nuevos contactos ya que en la medida en que das también recibes. La autoestima también se fortalece en el entorno laboral cuando el trabajador tiene un buen nivel de integración con su equipo de trabajo, siente que aportar algo valioso a la empresa, recibe el reconocimiento por parte de su jefe…
Pero lo más importante es que la autoestima depende de ti mismo, y del concepto que tú tienes de ti. Por ello, no olvides que eres libre de elegir a tus verdaderos amigos, a aquellos que de verdad quieres que formen parte de tu vida.
¿Cómo alejarte de alguien que no te conviene? Sencillamente, dejando de llamarle y de tomar la iniciativa en los planes. Así las cosas se irán enfriando poco a poco. 

jueves, 25 de octubre de 2012

La autoestima en el hogar

Cuidado: La familia también tiene autoestima

familiaAl igual que las parejas, una familia puede caer fácilmente en la rutina, el aislamiento, la falta de comunicación, el individualismo… Son estados por los que pasan los miembros del hogar y una vez detectados deben tratarse a tiempo para evitar una crisis de mayor repercusión. El Doctor Aquilino Polaino, experto en psicología y temas de familia, expuso los siguientes 10 principios para mejorar la autoestima de la familia. 
1. Disponibilidad 
Consiste en dedicar tiempo (¡que es lo que menos tenemos!) a atender a nuestros hijos y esposo/a. Con los adolescentes, por ejemplo, no vale lo de “este tema ya lo hablaremos el sábado con tranquilidad, cariño”. Para el sábado, tu hija de 13 años ya se ha emborrachado con una amiga y van a hacer lo que se les ocurra, porque el padre estaba “ocupado”. Hay que estar disponible, porque hay problemas que sólo se arreglan en el momento en que el otro se anima a plantearlo y pide ser escuchado.
2. Comunicación padres-hijos: que los padres hablen menos y escuchen más.
En muchas familias, cuando un padre o madre dice “hijo, tenemos que hablar”, el joven piensa “uy, malo, malo”. ¿Por qué? Porque sabe que los padres cuando dicen “tenemos que hablar” quieren decir “te voy a soltar un discurso por algo tuyo que no me gustó”. Esto cambiaría si los padres se hicieran un propósito: dedicar el 75% a escuchar y sólo el 25% a hablar. Escuchar a los hijos (o al cónyuge, a cualquiera) es un esfuerzo activo. Hay que soltar el periódico, quitar el volumen de la TV, girar la cabeza hacia quien te habla, mirar a los ojos, expresar atención. Eso es escucha activa, que es la que sirve para mejorar la autoestima de tu familia.


3. Coherencia en los padres y auto exigencia en los hijos.
Uno es coherente cuando lo que piensa, siente, dice y hace es una sola y misma cosa. No tiene sentido decirle a los niños desde el sofá: “eh, ustedes, ayuden a mamá a organizar la mesa”. Hay que dar ejemplo primero. Así aprenden a auto exigirse  que es mucho mejor que tenerlos vigilados 24 horas al día. Esto es un progenitor potenciador, motivador, animador y protector al mismo tiempo.


4. Tener iniciativa, inquietudes y buen humor, especialmente con el cónyuge.
La rutina es un enemigo en las relaciones conyugales y con los hijos. El punto clave es que haya creatividad e iniciativa en la vida de pareja y eso se contagiará a toda la familia protegiéndolos de la rutina. Si la pareja va bien, los hijos aprenden su “educación sentimental” simplemente viendo cómo se tratan papá y mamá, viendo que se admiran, se halagan, son cómplices. “Cuando sea mayor trataré a mi mujer como papá a mamá”, piensan los niños entusiasmados. Eso les da autoestima.

5. Aceptar nuestras limitaciones, y las de los nuestros.
Hay que conocer y aceptar tus limitaciones, las de tu cónyuge, las de tus hijos. Pero es importantísimo no criticar al otro ante la familia, no criticar a tu cónyuge ante los niños, o a un niño ante los hermanos, comparando a un hermano “bueno” con uno “malo”. Eso hace sufrir al hijo y le quita autoestima. Es mejor llevarlo aparte y hablar.

6. Reconocer y reafirmar lo que vale la otra persona.
Seamos sinceros: no tiene sentido que andemos llamando “campeón” a nuestro niño que nunca ha ganado nada. Si ha perdido un partido de fútbol, no le llames campeón. Ha de aprender a tolerar la frustración, acompañado, eso sí. También hemos de saber (grandes y pequeños) que somos buenos en unas cosas y no en otras. Reafirmemos al otro en lo que vale, y se verá a sí mismo como lo que es, una persona valiosa.

7. Estimular la autonomía personal.
Uno se hace bueno a medida que va haciendo cosas buenas. Es importante que lo entiendan los hijos. Lo que se hace es importante: hacer cosas buenas nos hacer buenos a nosotros. Esta idea ayuda a tener autonomía personal, hacer las cosas por nosotros mismos, para mejorar nosotros.

8. Diseñar un proyecto personal.
No irás muy lejos si no sabes donde quieres ir. Quedarte quieto no es factible, uno tiende a volver a quedarse atrás. Hay que tener un proyecto personal para crecer, y atender y ayudar a discernir y potenciar los proyectos de los tuyos.

9. Tener un nivel de aspiraciones alto, pero realista.
Debemos jugar entre lo posible y lo deseable. Si aspiramos alto, nos valoraremos bien, tendremos autoestima. Pero, ¿es factible? Debemos conjugar un alto nivel de aspiraciones con la realidad de nuestras capacidades y recursos.

10. Elijamos buenos amigos y amigas.

El individualismo es el cáncer del s.XXI. Nosotros y nuestros hijos estamos atados a máquinas como el DVD, la TV, la videoconsola, Internet... El trabajo en solitario va minando la amistad verdadera. ¡Los amigos comprometen mucho y al individualista no le gustan los compromisos! Sin embargo, necesitamos más que nunca amigos humanos, personas, grandes y buenos amigos, con los que compartir muchas horas, conversaciones sinceras y cercanas, amistades de verdad, que te apoyen y te conozcan auténticamente, que te acepten con tus fallos y potencien lo mejor en ti.
Una familia que trata de seguir estos principios contribuye a mejorar la estima en sus hijos y la autoestima en ellos mismos.

La autoestima en el hombre



La autoestima en el hombre.


La autoestima del hombre depende, principalmente, de factores externos y debido a factores culturales, puede disminuir con mayor facilidad que la de la mujer, ante los problemas o errores de la vida diaria.


Desarrollo de la autoestima masculina. 



Formamos nuestra auto imagen  a partir de los mensajes que recibimos a lo largo de toda nuestra vida. Esto sucede desde el momento en que nacemos. Sin embargo, dichos mensajes no eran el reflejo de nuestra forma de ser. Estaban determinados por: Las características personales de la gente importante para nosotros, sus gustos y valores. su capacidad para sentir y demostrar amor y los valores y costumbres de la sociedad, en esos momentos. En un principio fueron mensajes verbales (palabras) y no verbales (gestos, tonos de voz, etc.) de la gente que nos cuidaba. Después se agregaron los de otras personas: amigos, maestros, etc. Finalmente, creímos en ellos y los hicimos propios, formando parte de nuestro diálogo interno. Obviamente no teníamos ni la edad, ni la capacidad para cuestionarlos. En casi todos los grupos sociales, los hombres y las mujeres reciben mensajes diferentes. Lo que se valora y considera importante para el hombre, puede no serlo para la mujer y viceversa. Por eso la autoestima del hombre, se relaciona con algunos aspectos diferentes a los de la mujer. La cultura establece que el hombre debe ser fuerte, capaz, seguro, etc. y la mayoría de la gente, hombres y mujeres, lo creen. Estas creencias aprendidas por todos nosotros, provocan que el sexo masculino no se de cuenta o niegue, sus dificultades, inseguridades, fracasos, sentimientos y cualquier elemento que indique una autoestima baja. regresar al índice. Elementos de la autoestima masculina. Para el hombre, algunos de los elementos principales asociados a su autoestima son: Éxito, dinero, poder, inteligencia y/o logros académicos, desempeño sexual, apariencia física. Éxito. Para el hombre, no es suficiente con tener lo que desea. Es necesario que sus logros sean reconocidos por los demás. Desde pequeños, nos enseñan a preocuparnos por la opinión y reconocimiento de la gente. Frases como: "Pórtate bien, porque todos te están viendo" ¡"Qué va a pensar... de ti"! Son sólo un pequeño ejemplo, de cómo aprendimos a darle una importancia exagerada a la opinión de los demás. Además, nos enseñaron a compararnos constantemente con otros niños. Desde que nacimos, nuestros padres y familiares estaban más contentos con nuestro peso, altura, momento de caminar, etc., si en la comparación con otros niños, "salíamos ganando". No podemos culparlos por eso. Así aprendieron ellos a funcionar en esta cultura. Así lo hacemos nosotros. Si a lo anterior, le agregamos que el hombre es competitivo, podemos entender por qué el reconocimiento de su éxito es tan importante. regresar a los elementos. Dinero. El dinero no sólo es importante para el hombre, por lo que puede adquirir con él. También lo es, porque representa de una manera, clara y tangible, su éxito. Un hombre en un coche importado o con un reloj muy caro, provoca exclamaciones como: "Se ve que es muy rico y/o importante y que ha triunfado en la vida". Las cosas que se compran con dinero, son consideradas como un símbolo de nuestros logros. regresar a los elementos. Poder. Dado que el hombre “debe” ser fuerte y capaz, mientras más poder o control tiene sobre los demás, mejor se siente. Además, la sensación de control le evita, la angustia que se produce ante situaciones en las que no podemos hacer nada o no sabemos cómo solucionar. Esta angustia y las conductas que la acompañan, dan una imagen de inseguridad, debilidad o vulnerabilidad, que el hombre no se puede permitir, porque va en contra de lo que “significa” ser hombre. regresar a los elementos. Inteligencia y logros académicos. La mayor parte de los hombre consideran importantes los mismos aspectos: dinero, poder, sexualidad, etc. Sin embargo, existen diferencias entre ellos. Para algunos el dinero puede ser más importante que el aspecto físico, el grado de conocimientos o inteligencia y para otros puede ser al revés. Por lo tanto, cada uno se compara, principalmente, con los aspectos que para él son primordiales. La inteligencia y los logros intelectuales, títulos profesionales, etc., son una muestra tangible de la capacidad del hombre. Para aquellas personas que le dan mayor importancia al aspecto intelectual, este elemento básico para elevar o disminuir su autoestima. regresar a los elementos. Sexualidad. Para el hombre, el desempeño sexual es el principal o uno de los elementos más importantes que representa su hombría y por lo tanto, su valor como tal. En este aspecto, su autoestima está muy ligada a: Sentirse exitoso en su desempeño y que éste sea reconocido por su pareja, atraer a una gran cantidad de mujeres y/o interesarle a una mujer o tener una pareja, que es deseada o admirada por otros hombres. En el área sexual, algunos de los problemas que afectan su autoestima son: La eyaculación precoz, es decir, llegar al orgasmo demasiado rápido, dificultad para tener o mantener una erección que le permita tener una relación sexual, la pérdida de la erección durante la relación. regresar a los elementos. Apariencia. El aspecto siempre ha sido importante para el ser humano. Sin embargo, el modelo de cuerpo físico que predomina actualmente en nuestra sociedad, es inalcanzable para la mayoría de la gente. El hombre no sólo debe ser fuerte y delgado, pero con sus músculos bien desarrollados. Este modelo no solo afecta la autoestima de quien genéticamente no puede alcanzarlo, sino que provoca conductas peligrosas como: Utilizar esteroides, ejercitarse en exceso. regresar al índice. ¿Qué hacer? Son tantos los aspectos relacionados con la autoestima del hombre, que casi todos tienen una autoestima baja en algún área. Mientras más áreas y mayor su inseguridad en las mismas, menos probabilidades de lograr sus metas, aunque tenga la capacidad necesaria. Recuerda que la autoestima es el resultado de lo que aprendimos en nuestra niñez. Por lo tanto no te sientas mal ante tus errores, ni culpes a los demás. La culpa es una pérdida de tiempo y una emoción muy desgastante, como puedes verlo en el artículo: Manejo de la culpa y revisa el significado que le das al fracaso. Es importante entender los diferentes aspectos relacionados con la autoestima. Su significado, cómo se forma, los diferentes tipos, la autoestima baja, alta e inflada y resolver el cuestionario para tener mayor información y fortalecer nuestra autoestima. En el mes de agosto voy a presentar varias técnicas y soluciones que nos ayudan a desarrollar o fortalecer nuestra autoestima. Nuestro pensamiento es muy importante en nuestra autoestima y en nuestra actitud ante la vida y los problemas.

viernes, 19 de octubre de 2012

Como afecta la autoestima en la relación de pareja


Para empezar y puesto que no todos estamos relacionados con la palabra autoestima, me parece importante definir que es el concepto o el valor que yo tengo de mi mismo, dicho en palabras más sencillas, es el amor o el afecto que me tengo a mismo, lo orgulloso que estoy de mi mismo, de acuerdo a como me comporto y como desarrollo mis propias expectativas o sueños o como me siento conmigo mismo.

El concepto es un poco mas elaborado de lo que parece, puesto que sentirme bien conmigo mismo, no es en un solo ámbito de mi vida, sino en muchos aspectos, de acuerdo a mi propia escala de valores y a los factores que considero importantes.

Para todos esta escala de valores es diferente, y nos movemos de acuerdo a ella, y a la importancia que le demos.

El ser humano por naturaleza, tiende a proyectar aquello que tiene dentro hacia fuera, es decir cuando nos sentimos bien con nosotros mismo, estamos felices, es la imagen que "proyectamos" al exterior, y nos comportamos de acuerdo a ello.

Podríamos decir que tenemos una actitud positiva hacia las cosas, pero cuando nos sentimos vacíos por dentro o cuando no nos sentimos bien con nosotros mismo, también "proyectamos" esta imagen.

En ocasiones cuando uno de los miembros de la pareja no se siente bien consigo mismo, o no se valora a sí mismo, necesita desvalorizar al otro, para tener ese sentimiento de superioridad que necesita.

Las relaciones de pareja se construyen sobre los cimientos de mi propia autoestima, por decirlo de alguna manera es como la
Coraza o armadura que me pongo para enfrentar el mundo, o en este caso concreto para relacionarme con mi pareja, aunque suene difícil de aceptar aquellas cosas que tanto me molestan en el otro son por que hacen parte de mi "yo, interno".
Que aluden a mi propia y específica manera de ver estas cosas, y que en la mayoría de ocasiones es un punto muy diferente a la forma como muy particular como el otro las ve.

Muchas de las dificultades de pareja residen en el hecho de que por un lado no podemos asumir que el punto de vista del otro es diferente del mío, lo cual me imposibilita para ponerme en los zapatos del otro o para entender que su forma de pensar y ver las cosas no es mejor o peor que la mía, sino simplemente distinta; la relación se torna tensa, y por el otro lado por mi propio sentimiento de inferioridad o insatisfacción con migo mismo o mi propio vacío interior es lo que conlleva a la desvalorización de mi pareja 

Llevándonos incluso a discusiones acaloradas sin ningún fundamento, ni fin, por que la capacidad de escucha esta centrada en nosotros mismos, y no realmente en lo que dice nuestro compañero.

Y aunque acaloradamente se luche por tener la razón, y aparentemente alguno de los dos gane esta interminable discusión, lo que ocurre en realidad es que cada miembro de la pareja termina con un sentimiento de pérdida, de falta de atención, comprensión, además de falta de escucha de su compañero, y el gran perdedor será entonces la relación de pareja y la sensación que lo acompañará será de insatisfacción.



Cuando se encuentre en una situación de estas, hágase las siguientes preguntas.


¿Tener la razón me da una sensación de superioridad o de importancia?

¿No tener la razón, me hace sentir inferior o disminuido en mi propia integridad?

¿Me da ira o rabia saber que mi pareja tiene la razón, hasta el punto que no lo puedo incluso aceptar que la tenga?

¿Tener o no la razón me hace más o menos persona?


Cuando las relaciones de pareja no son como debieran es posible encontrar alternativas que nos ayuden no solo a mejorarlas sino a mejorar nuestra calidad de vida, nuestro entorno y la forma como nos sentimos con nosotros mismos. Una de estas alternativas es buscar un apoyo personalizado o una ayuda de pareja, que no solo te permitirá trabajar en ti misma, y en como te sientes sino construir una relación sólida, armónica y estable basada en los procesos de comunicación, entendimeitno y apoyo mutuo.

La segunda alternativa nos la plantea el Master en orientación Familiar Minor Vindas en sus consejos para Superar Conflictos de Pareja  y Una tercera alternativa nos la plantea Natalia Fernandez con sus técnicas para Recuperar Tu Matrimonio

jueves, 18 de octubre de 2012

Amor y Autoestima


El amor lastima cuando no hay autoestima
El Amor y la Autoestima
Las razones por las cuales una persona carece de autoestima son muchas.
Un temperamento introvertido o la timidez pueden influir para que una persona construya una imagen de si mismo que no esté de acuerdo con sus propias expectativas.
También las experiencias infantiles tienen importancia en la personalidad ya que las características del entorno familiar y la forma de relación con personas significativas pueden llegar a convencer a un sujeto de que su persona no tiene ningún valor.
Cuando alguien está convencido de esto, ese convencimiento llega hasta la última de sus células y se expresa en cada uno de sus actos.
El modo de caminar de una persona, el tono débil de su voz, su postura, su inseguridad, la falta de confianza en si mismo, su carencia de convicciones, o su dificultad para defender su posición, si la tiene, revelan cómo se siente consigo mismo y lo poco que se valora a si misma.

Estas personas suelen fracasar en el amor, en los grupos, en el estudio y también en el trabajo y tienden a identificarse con grupos marginales, o a relacionarse efectivamente con personas sádicas o comprometidas que las usan, por creer que son las únicas que los aceptarán sin condiciones.
Ninguna persona es perfecta, todos tenemos fallas y cometemos errores, y hasta los más inteligentes y sagaces se equivocan.
A todos nos sorprende ver a personas que carecen de los atributos físicos considerados deseables y que sin embargo son exitosas en sus estudios o trabajos y logran amar y ser amadas sin dificultades y casi sin proponérselo.
¿Qué hace que ellos puedan lograr lo que desean, sentirse bien y ser felices y otros no? Principalmente es su propia actitud. No se comparan con los demás, se agradan a si mismos, se convencen de ser únicos, se aceptan como son, y pueden adoptan una conducta que hace que los demás piensen lo mismo.
Son personas que se atreven a sentirse seguras, que no tienen miedo de fracasar, que pueden reírse de si mismos y que poseen una gran tolerancia a la frustración.
Comenzar a aceptarse a uno mismo tal como uno es, es el primer paso, porque no hay un modelo de personalidad exitosa que tenga que ser imitado para ser valorado. El secreto es ser quien uno es, nada más ni nada menos que uno mismo.
Para amar a alguien hay que entregarse y tener confianza. Amar no significa aferrarse, el verdadero amor deja al otro en libertad y no se convierte en su carcelero.
No debemos fomentar relaciones con gente que puedan llegar a manipularnos. No podemos permitirnos perder el dominio de nosotros mismos vinculándonos con personas posesivas, capaces de mentir o que pretenden usarnos como objetos.
Cualquier persona se da cuenta cómo es el otro ni bien tiene la oportunidad de estar frente a él. Tenemos que aprender a elegir en el amor, y la primera condición debería ser alguien en quien podamos confiar.
Los celosos son inseguros e imaginan rivales que no existen hasta que de pronto, de tanto pensar en esa posibilidad, sus parejas se cansan de las frecuentes peleas y confrontaciones y de los cuestionamientos infundados y los abandonan.
Un mayor auto-conocimiento nos ayuda a lograr una identidad más firme.
En la adolescencia, el problema más importante es la búsqueda de la identidad y del si mismo; y es imposible relacionarse adecuadamente con una pareja si aún no hemos decidido quien queremos ser.
La identidad se logra a través de sucesivas identificaciones con personas significativas, en forma selectiva. Adoptamos un conjunto de pautas de comportamiento que nos agradan de distintas personas y de acuerdo a nuestros temperamentos, los imitamos, conformando de esa manera una identidad única e irrepetible.
Lo más importante para el logro de una identidad firme es el compromiso con una postura personal coherente, y la coherencia interna es el primer paso para lograr el respeto y el aprecio por uno mismo.
Porque aprender a quererse y respetarse es el primer paso para la relación de pareja.